Monóxido de carbono
El monóxido de carbono se produce cuando la cantidad de oxígeno es insuficiente para la combustión completa de los equipos. Todo equipo que quema algún combustible - sólido, líquido o gaseoso - puede producir monóxido de carbono si el quemador no tiene suficiente oxígeno.
El monóxido de carbono es una sustancia tóxica que ingresa al cuerpo a través de la respiración y es altamente peligroso porque no es detectable a través de los sentidos. Es decir que, no tiene olor, sabor o color.
Señales que pueden hacer sospechar de la presencia de MONÓXIDO DE CARBONO:
- Llama de color amarilla o naranja, en vez de azul.
- Manchas, suciedad, tizne o decoloración de los equipos, conductos de evacuación o alrededor de ellos.
Consejos básicos para prevenir accidentes por monóxido de carbono:
- Revisá tu instalación y tus equipos a combustión, una vez al año con tu Empresa Instaladora Matriculada.
- Los locales donde estén tus equipos a combustión instalados deben contar con la ventilación adecuada.
- Los gases quemados deben salir en forma segura hacia el exterior. Se debe controlar el estado de los conductos de evacuación de los gases de la combustión.
- No tapes las ventilaciones ya existentes.
- Chequeá que las chimeneas y conductos de evacuación estén acoplados y que no haya obstrucciones.
- No calefacciones tu casa con la cocina u otros equipamientos no aptos para calefaccionar.